domingo, 20 de septiembre de 2020


SOBRE EL DÍA INTERNACIONAL DE LA PAZ
No existe una paz sin su alteración, ni biológica ni culturalmente. La vida en la tierra como en el universo se encuentra en constante movimiento.
El organismo humano como el de otras especies, para mantenerse en alerta o vivo requiere de estrés o sensación de insatisfacción como el hambre, la sed, el sueño, el frío, el miedo, la tristeza, la ira. Para alcanzar estados satisfactorios de tranquilidad personal y social que se asemejan a la Paz ideal, es posible un entrenamiento y re adaptación a través del condicionamiento tanto como la re educación y reconstrucción de valores culturales.
Para el éxito de tal entrenamiento es necesario no menospreciar la valía biológica de la percepción de la insatisfacción y no paz momentánea o transitoria, lo extraordinario es optar por una paz no permanente, si no la calma.
Los estados de relajación profunda y la atención plena mediante la meditación y los procesos de trabajo psicoterapéutico corporal contribuyen al desarrollo o entrenamiento hacia la aceptación ( como auto reconocimiento y de la realidad; no como conformismo con el cual suele confundirse) y la calma.
Aun somos parte de una jungla pero más compleja.
Ana Cortés
Danzaterapia y Psicoterapia Corporal


 

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